Tenemos la claridad de que las armas en nuestro país son un problema, que de seguir
en las mismas condiciones al año 2025 puede no tener retorno, considerando que
según cifras oficiales de la Dirección General de Movilización Nacional al año 2020
registran 887.016 armas empadronadas.
Tenemos un problema país el cual recaerá con fuerza en el próximo gobierno, quien se
vera en la obligación de instalar en la agenda, una ley de armas mucho mas robusta
consensuada con ambas cámaras que permita de una vez por todas avanzar en
desarmar nuestro país, introduciendo mayor control y sanción.
Cuando hablamos de desarmar nuestro país lo hacemos pensando en dejar en manos
de las fuerzas armadas y orden el porte y uso exclusivo del poder de fuego, instando a
la ciudadanía a desarmarse considerando que parte importante del poder de fuego
presente en manos criminales son producto de robos en lugar no habitado o robo con
fuerza, en donde familias sin la experiencia necesaria en el manejo de armas se ven
expuesta al robo de estas.
Es de tal relevancia el tema en nuestro país que en función del centenar de niñas y
niños fallecidos la ultima década producto de balas locas, debiera estar como prioridad
dentro de los programas de gobierno de todas y todos los candidatos a la presidencia
(reinscripción nacional de armas, registro nacional de municiones, incentivos al
desarme de ciudadanas y ciudadanos, reimpulso de la campaña entrega tu arma
ampliando los puntos de entrega en todo el país)
El problema tiene domicilio conocido y tenemos dos opciones o desarmamos Chile o
desarmamos Chile.
Alejandro Vega C.
Presidente Fundación País Seguro.
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